Por: Hugo Paredes, gerente general de HughesNet
Conexiones con velocidades mínimas de 1GBps, tiempo de transferencia de paquetes de datos entre 1 y 4 milisegundos, reducción del consumo energético de nuestros dispositivos hasta en 90%. Esta infraestructura más conocida como 5G, hará que el IoT (Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés) sea escalable con más de 20.800 millones de "cosas", incluyendo edificios, automóviles, máquinas y electrodomésticos, favoreciendo la generación de un nuevo estilo de vida; donde sin duda los sectores de producción, comercio electrónico, salud y educación, serían los primeros en recibir impactos positivos.
Es por ello que, el Gobierno se encuentra trabajando en una serie de acciones a fin de sumar esfuerzos para que nuestro país no sea ajeno a esta innovación, y pueda acortar o eliminar la brecha digital que tenemos desde hace algunos años.
Actualmente, en Perú existe una penetración de 85% de red 3G y un 75% de red 4G, lo cual nos indica que debemos de potenciar las labores de conectividad, en esta última, a fin de prepararla para lo que será la nueva era del 5G. Sabemos que la conexión de fibra óptica ha hecho que millones de familias puedan acceder a una conexión a Internet, sin embargo, debemos de ver más allá, y tomar en cuenta, también, a ese porcentaje significativo de personas que viven en las zonas más alejadas de nuestro país, y quienes aún no conocen la tecnología 4G, sobre todo sabiendo que esta complementará de manera importante a la 5G.
El impacto en los presupuestos de inversión tecnológica, dada la coyuntura, ha sido significativo; logrando retrasar la llegada de este nuevo estándar de telefonía móvil más allá del 2021 y limitando las posibilidades de alcanzar la cantidad de antenas necesarias para su incorporación. De acuerdo a la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET), Perú necesitaría más de 200 000 mil antenas para que dicha tecnología funcione adecuadamente.
Es por eso, que desde años atrás hemos venido trabajando en propiedad intelectual de la red 5G, con la finalidad de que nuestra tecnología satelital pueda adaptarse a las aplicaciones que el estándar de esta red demanda. De forma paralela, el 5G requiere una mayor cantidad de antenas en comparación a su antecesora, la 4G, las cuales necesitarán enlaces satelitales que faciliten y optimicen el transporte hacia los lugares más remotos, con una población que, seguramente, en muchos casos, accederá por primera vez, a una conectividad sorprendentemente rápida y eficiente.
A pesar de la pandemia que nos encontramos atravesando, esta crisis está generando nuevas oportunidades, precisamente para aquellos peruanos que durante décadas han esperado acortar la brecha digital, y con ello, acelerar su desarrollo académico y económico, algo que el 5G puede hacer realidad.